DISE3330 / Electivo Comunicación

Catalina_Ospina

A partir de la observación y la sorpresa obtenida por el cambio sutil y la sencillez, se pretende ahora explorar las narrativas posibles a partir de la fotofija, observando a ese mismo objeto que se retrató en un mismo encuadre y que cambió su forma únicamente por el color de la luz. Realizar un pequeño “clip” donde se aborden correctamente estas problemáticas y se trabaje al objeto, los encuadres, la luz y el sonido de manera en la que todos estos elementos se unifiquen.

Para la inspiración, revisar el proyecto realizado en el periodo 2008-I por Catalina Ospina

Paleta de Catalina_Ospina_2008-I

Del ejercicio de conceptos, una sola tira de un pixel de ancho permite encontrar muchos colores que en el grosso de las imágenes no se ven. Esto permitió generar nuevos pequeños cuadros de color que dieron pie a la producción de paletas de color que de alguna manera más personal le pertenecen emotivamente a sus creadores.

De allí se desprendió el reflexionar también sobre cómo se nombra a un color. Si nos dicen Azul, Amarillo, Rojo, son nombres que todos conocemos y que no tenemos que pensar demasiado. Pero qué hace que un Azul se llame Perla y no Petróleo? Qué me permite a mí darle un nombre a un color?

Así como las paletas les pertenecen, son como hijitos para cada uno de sus creadores, uno debería estar en el derecho de nombrarlos y designarles su propio nombre.

Esta es una prueba de que al color se le puede designar y renombrar, ya que nada debería estar completamente escrito : )

Alejandra_Rodríguez_2008-I

El color permite expresar emociones y sentimientos tanto negativos como positivos. La expresión del trazo en la utilización de los pigmentos, la fuerza y la emoción son claves para comunicar lo que se siente. Ahora, lo que para mí es feo, para otro será lindo. Lo que para mí es miedo para otro será euforia. Lo que para mí es amor para otros será odio… El color que a mí me gusta a otro le puede no gustar. Y en eso nadie va a pelear.

Es allí donde el propio sentir frente a un color y su forma de habitar el papel y toda la cultura que llevo por dentro para leerlo y comprenderlo juegan un papel radical en la percepción del color. Este se convierte en un elemento cargado de una comunicación desde el concepto. Lo curioso ocurre cuando un sentimiento que a mí no me gusta y que pinto con colores que me gustan, en un acercarse milimétrico a él, revela muchos de los colores que sí me gustan y viceversa.

He aquí la muestra de varios conceptos de los estudiantes del periodo 2008-II. El ejercicio consisitió en realizar 3 conceptos que les gustaran con una combinación de colores que les gusta y 3 conceptos que no les gustara con 3 combinaciones de color que no les gustaran.

Esta es la base para que ellos saquen de un pixel toda una serie de colores para formar sus propias paletas de manera digital. Sin embargo, algo interesante, es que estas paletas les pertenecen de alguna manera, ya que las pintaron teniendo un acercamiento al color como pigmento y son colores que vienen más del subconsiente que del consiente. Acá una muestra de Vanessa Gómez.

A partir de las dos paletas de colores (una con los colores que les gustan y otras con las que no les gustan) realizadas en clase, cada estudiante deberá plantear a partir del color tres conceptos abstractos que los remite a un sentimiento que les gusta y tres que no les gusta.

Acá unos ejemplos realizados el semestre pasado por Sebastian Castellanos de la Hoz, Carolina Moya, Luisa Barvo, Diana Carolina Prieto y Alejandra Rodríguez