MRS. BEA (Maria Diaz)

 

La señora Bea es mi vecina. Vive en el apartamento 303 del ala norte de la calle North Ashley Drive en Tampa, Florida.

Viuda desde que la puedo recordar, la señora Bea se goza la vida; tiene su novio a quien apoda con extravagantes nombres, que van desde candy man hasta papichulo; le encanta salir con sus amigas a  broncearse en la piscina por la mañana, a tomar cócteles y fumar empedernidamente por la noche y creo que es adicta al bingo.

 La señora Bea es un poco extraña, supongo que nunca superó su niñez. Se viste de colores muy fuertes y extremadamente ácidos, (especialmente y sobre todas las cosas; el fucsia) y le encanta combinarlos con diferentes texturas que la hacen ver, en mi opinión, bastante recargada. La forma en la que se viste también la refleja en las cosas que come entre las que están montones de pizza, muchas hamburguesas, toneladas de gaseosa, y kilos de papas fritas, y claro, consume una gran cantidad de dulces que no se como a su edad su cuerpo aun tolera.

 Salir de compras e ir a la peluquería son dos actividades que la Señora Bea adora, y aun más cuando la acompaña su raquítica perra Didi.

Didi es una chihuahua  a la que le encanta ladrar agudamente, especialmente a entradas horas de la madrugada y hace que muchas de mis noches sean un tanto insoportables. Didi se viste igual a su ama, con vestidos de colores y texturas variables, y tiene un corazón en su lomo destacándola de los demás perros del conjunto y poniéndole el sello indiscutible de Bea.

 Aunque la señora Bea podría perfectamente comprar cosas elegantes y lujosas, ella prefiera lo barato, lo desechable, y lo que es un tanto ordinario mientras sea fucsia, o plástico, o aterciopelado, o de algún color que parezca comestible; por eso compra ropa que va desde su amada Agatha Ruiz de la Prada, pasando por Gap, JC Penny y no podía faltar, Macy’s, su tienda favorita de todos los tiempos. 

 Pero la señora Bea no es solo fiesta, licor y cigarrillo. La señora Bea descansa bastante en su apartamento viendo programas y colecciones de las mejores temporadas de sus mas preciadas series como Mi Bella Genio, Hechizada, la Pantera Rosa y su adorado Jerry Springer.

Y la señora Bea tiene una familia con la que va todos los domingos a la playa; tiene una hija y dos nietos a los que adora y de los que me habla constantemente; sin embargo ellos le temen bastante a una vieja arrugada, loca e intensa que los vive apachurrando desde el segundo que los ve. Es por esto que muy pocas veces sus padres los dejan en su apartamento, a menos que se presente una verdadera emergencia.

 Y esa es la Señora Bea, mi vecina, la del apartamento 303 del ala norte de la calle North Ashley Drive de Tampa, Florida.