MARCOS (Laura Serna)

 

Es un hombre de 28 años, soltero pero enamorado de la vida, no es un amor color rosa es más bien un amor melancólico.

Sus padres, una familia de clase alta bogotana, su padre es un abogado bastante conservador y su madre es un poco más abierta, cuando joven le apasionaba el arte pero lo dejo hace varios años.

Marcos estudio tres años de literatura en una universidad muy prestigiosa de Bogotá, mientras realizaba sus estudios fue conociendo nuevas cosas y nuevas formas de ver e interpretar la vida, cosas que empezaron a obsesionarlo y a apasionarlo.

Les gusta mucho el cine mudo, el de Chaplin, de Buñuel, Metrópolis es una de sus películas favoritas, en cuanto al arte le apasiona el romanticismo alemán que se va mas por ese camino melancólico, su libro favorito es Werther de Goethe, el ve el amor como lo cuenta Goethe en su libro.

Su máxima fuente de inspiración es Marcel Marceau, su actuación su profesión y su pensamiento llegaron a obsesionarlo profundamente, se basa en muchas de sus frases: “El silencio no tiene límites, los limites los impone la palabra”, “La palabra no es necesaria para expresar lo que se siente en el corazón”.

Esta obsesión por la idea entre la palabra y el silencio no lo dejaban dormir. (Poema Walking Around, Pablo Neruda).

Se apasiona por el silencio y la pantomima, decide dejar su carrera, en contra de la voluntad de su padre, se muda de su casa y se va a vivir a La Candelaria, una vida sencilla, transformando la idea que tenía de felicidad en placeres simples y sencillos.

Cambia su arte de la palabra escrita, por la palabra expresada con el cuerpo, empieza a estudiar el lenguaje corporal y el mimo “hablamos sin palabras”, encuentra esta nueva forma de expresión y la adopta, hasta el punto en que sin esfuerzo deja de hablar y todo su contacto con el mundo lo realiza con su cuerpo y gestos. En este momento ya siente la libertad dentro del silencio.

Su estilo de vida cambia, se convierte en hombre solitario, reservado, detallistas, observador, encuentra nuevas pasiones, caminar en las noches por su barrio, mirar la luna, observar los gatos negros en mitad de ella, le gustan las noches lluviosas, el sonido del agua mientras cae, la luz natural que entra por su ventana, la luz de las velas, no le gusta la luz artificial, le gusta ir a un sitio tranquilo a tomarse una copa de vino, encuentra placentero fumar y observar detalladamente el humo que sale. Se ensimisma en él, y entra a un mundo de imaginarios.

Como mimo siempre esta imaginando y re imaginando espacios, donde juega con pelotas imaginarias, evadiendo cosas que caen del cielo, siempre vive en un mundo alterno así pise pavimento. Los objetos de su imaginario suenan constantemente en su mente. Adopta la estética del mimo, le apasiona el significado del blanco y negro, y su mundo se convierte en esos colores.

Escoge  la mímica como su estilo de vida, la siente de corazón, escoge no usar la palabra y la forma de comunicar con su cuerpo,  lo que busca comunicar es esa búsqueda de la felicidad expresada en pequeños placeres.