Brief: Take a personal object of your own, describe it how it looks like and how it feels like. Find a concept behind your object and transform it to a font which is handmade.
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Valentina Osorio
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Este objeto es frágil y exótico, se siente agradable al cogerlo por que sus formas curvas se adaptan a la forma de tu mano. Este objeto genera mucha curiosidad por que esta cargado de detalles. Su cuerpo es de vidrio lo que le da un color, textura e impacto singular pues aunque es de un color vivo su material de vidrio permite que deje pasar la luz generando unas sombras particulares con el mismo color del vidrio. Sus detalles en oro le agregan una cantidad de exuberancia, misticismo y elegancia a la pieza pues son muy propios este tipo de detalles con el imaginario visual del mediterráneo. La forma de aplicación de los detalles en oro es en forma de acentos distribuidos en aros a lo largo de la botella con uno especial en el centro que contiene una franja ma curvas y colores pero sobre todo pareciera ser una mujer exótica, misteriosa y seductora, con secretos escondidos y aunque físicamente frágil, su fuerza se concentra en su encanto visual mezclada con los aromas que contiene pues los usa a su favor. Este frasco fue un regalo de un viaje de mis papas y siempre me hace pensar en ese lugar místico que no conozco pero que asocio con movimiento, con un ritmo de vida rápido pero sincronizado como la danza, de hecho lo liviano que es y su forma punteada genera también esta sensación de movimiento y velocidad sincronizada. Para concluir esta botella de vidrio se siente muy especial al usarla, no es lo mismo tener perfume en una botella comercial que tenerlo en este frasco.
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María Camila Venegas
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Del mal las flores son. Son recuerdos. Flores que atrapan en su esencia efímera una nostalgia por aquello que ha pasado y que ha dejado una huella. Es un recuerdo materializado. Cada una de las flores constituye parte de mi memoria, de un momento de mi vida. MЗs que una simple flor es un objeto que en su esencia posee un valor sentimental que me hace recordar que a pesar de lo que haya pasado aquТ estoy. Así como los recuerdos, es frágil y necesita ser conservado para poder permanecer vivo. No puedo exponerlo a vientos fuertes, no resiste movimientos bruscos, no se puede doblar y mucho menos intentar arrugarlo. Su olor es bastante particular. Es una esencia de rosas, dientes de león, girasol y astromelias. Flores del jardín que conservan un olor a pasado, a nostalgia recogida en una pequeña caja. Se percibe su fragilidad algunas con unas texturas mЗs marcadas que otras, las vértebras de la flor que aun conserva su estructura. Una textura rugosa en algunas o y en otras lisa que hace mas palpable su delicadeza. Con el paso de los dТas su descomposiciЧn es mЗs visible: los colores envejecidos y desteñidos. Su forma va cambiando, se convierten en pequeñas y finas láminas. Llevan consigo un proceso de secado que con el tiempo hace que comience a desintegrarse y finalmente es un polvo que hace parte de esa pequeña caja contenedora de momentos, sensaciones y recuerdos. Al tenerlas en mi mano se siente como pesa el tiempo, se percibe por medio de su delicadeza el peso de los días que lleva consigo. Su fragilidad hace que se convierta en un objeto fino y sensible. Cada una de sus formas es única e impredecible, cada una se acomoda de una manera natural en su contenedor. En su libro Las Flores del Mal, Baudelaire trata de sugerir con su título algo muy diciente que también llevo conmigo gracias a este objeto y es que las flores son recogidas a través del sufrimiento. Sufrimiento entendido como un momento crucial, fuerte y decisivo en mi vida, que genera un cambio en mi. Son flores que por su estado “captura” esas imagenes de momentos importantes que siempre se quieren conservar.
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Catalina Leal
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Creo en la inmortalidad de la memoria, en la narrativa de las cosas y en los objetos como maquinas de tiempo que nos llevan a momentos e historias precisas y exactas. Buscando encontré mi peineta, la cual es la representación de un legado y de cientos de momentos que he vivido, pero también es un homenaje a esa persona que me enseño que: “El toreo es un arte misterioso, mitad vicio y mitad ballet. Es un mundo abigarrado, caricaturesco, vivísimo y entrañable el que vivimos los que, un día soñamos con ser toreros.”1 y a cada una de las personas que viven este arte con el alma y el corazón como lo hago yo. Desde muy pequeña aprendí a querer lo que muchos critican, tuve la oportunidad de conocer a una de las mejores personas de mi vida y de compartir con ella lo que para los dos era una pasión: la cultura de los toros, de las corridas, del ir al campo a impresionarse con este majestuoso animal que se para imponente en las praderas a mirar fijamente a los extraños; un animal lleno de vida que cada año hace de las tardes de corridas momentos inolvidables de mi vida. Esta persona fue mi abuelo, un personaje autentico que dejo en mi un legado que jamas olvidare y que cada día compartió conmigo su pasión, su arte y su conocimiento. Hoy después de algunos años de ya no tenerlo y de seguir viviendo por los dos lo que tanto disfrutamos, me doy cuenta de que esto hace parte de mi y de mi historia como persona, que tal vez este conocimiento que me dejo forma mi esencia y que con este objeto logro inmortalizar pases de capote, chicuelinas, violines de banderillas, sonrisas infinitas y tardes llenas de pasodobles; que guardo en mi memoria para nunca dejar morir la narrativa de mi historia.
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Carolina Pérez
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Los objetos de ayer declaran una impresión en el día que hoy nos pertenece, una cámara de cajón de los años cincuenta que transporta un aire obstinado y contundente. Dentro de su simplicidad mecánica descansa una cantidad inimaginable de accidentes, detalles que el tiempo le hizo a la hora de jugar. De repente, su carácter fuerte se cargo de heridas, huellas que en realidad lograron anclarse a su morfología atribuyéndole fortaleza a su personalidad. Un objeto que se vuelve uno con el humano, un objeto que grita historias, no solo por su característica funcional de revelar, reproducir o ilustrar
una imagen, ni tampoco por traducir el universo que se para enfrente de las personas; nace para ser tocado y robar el espíritu de quien lo posee. El objeto soporta de manera altiva sus lesiones, convirtiéndolas en una reseña de identidad, habla y cuenta los devenires de su dueño y los intercala con los suyos. Sin darse cuenta su relato que trazaba dos caminos no distingue una historia de la otra, se siente tranquilo y despreocupado, cómodo en el lugar que tiempo y espacio dispusieron.Se da cuenta que ya no es el mismo de antes, se aventuró sin miedo a la torpeza de unas manos, a la desconsideración de los años y al arrepentimiento en sus arreglos. Esta herido, pero sus heridas las porta con triunfo; el óxido que anhela masticar sus piezas elaboradas con deber meticuloso lo ampara en su ser con una calidez misericordiosa. No se defiende, solo permite, se place de su seguridad y
pureza, se sostiene inmortal e invencible. Observa su universo con obseso detalle, aún sin importarle la dificultad que el aire le impuso a su visión. Amable, siempre con un tinte de soberbia no cercana a la arrogancia, una soberbia sutil y casi respetuosa.
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Andres Suarez
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Mi objeto es una pequeña alcancía de marrano de cerámica que no está hecha para ahorrar sino apreciar, es un regalo muy especial que me hizo una amiga cuando yo estaba con obsesión por los libros de Harry Potter, es un objeto pequeño, liviano y suave que cabe en una sola mano, evoca mucha ternura al ser un marranito gordito que fue cuidadosamente pintado con vinilos, que curiosamente le dan un sutil olor a plastilina que evoca muchos de mis recuerdos de infancia, me transporta a un época donde uno sólo se preocupaba por jugar.
Este marrano que, gracias a los Simpson, se conoce como Puerco Potter tiene muchas cualidades, es muy suave gracias a la pintura que le da brillos y texturas agradables, los acabados del marranito son todos redondeados por lo cual nunca lastima las manos, tiene sonido de sonajero al tener unas monedas adentro que para siempre van a permanecer ahí, y una capa de tela que lo acobija y le da mayor apariencia a Harry Potter.
Con este objeto puedo entender las formas redondas que dan esa apariencia gordita tierna y que a la vez hacen suave manipularlo, entiendo como un simple objeto de cerámica se puede convertir en algo tan valioso al ser modificado y dándole apariencia humana, es un objeto que transmite mucha alegría por tener el referente de este personaje mágico que tanto me gusta y no sólo a mí sino a todas las personas que conocen al Puerco Potter les queda fascinando, es un objeto inigualable que permite “consentirlo” y disfrutar tenerlo cerca.
