Exposiciones Universales
Joseph Paxton y Charles Fox, “The Great Exhibition in Hyde Park”, 1851
Si bien las ferias comerciales existieron en diferentes países de Europa desde finales del siglo XVIII, el carácter que adquieren estas exhibiciones a partir de la gran Exposición de Londres de 1851, es el de un evento de grandes dimensiones con repercusiones a nivel mundial que concentra adicionalmente las miradas del productores y público sobre lo que pasa en las grandes ciudades de occidente. Es a partir de estas Exposiciones, que occidente evidencia su comprensión del universo entendido como la capacidad de dominar y transformar la materia que, en síntesis, se constituye en la base del pensamiento que caracteriza el proyecto moderno: progreso.
La realización de Las Exposiciones incidió tanto en la configuración de unos muy impresionantes recintos feriales así como en el desarrollo de importantes proyectos urbanísticos en las ciudades anfitrionas. El carácter icónico que adquieren muchas de éstas, se da a partir de la realización de alguna de ellas. Tal es el caso de París que inaugura La Torre Eiffel en 1889); Chicago con la Rueda Ferris en la Exposición Columbiana de 1893; y Seattle que se identifica desde 1960 gracias a su Space Needle.
Algunos de los productos más representativos de la cultura popular de occidente fueron lanzados en estas exposiciones, así como la socialización de los últimos adelantos tecnológicos en la industria. Tal es el caso de la bombilla incandescente (1879), la máquina de coser casera (1845) y el Zephyr primer tren de alta velocidad (1934). En cuanto a productos que definen rasgos culturales de consumo a nivel mundial, están la mantequilla de maní el algodón de azúcar y el helado en cono (St. Louis 1904).